Algunos corrieron de manera oficial, otros lo hicieron por placer. La lista de deportistas apasionados por los "fierros" es extensa, y con casos de lo más particulares.

Uno de ellos, el del francés Luc Alphand, es paradigmático: pasó de ser triple campeón mundial de esquí (especilidades descenso y súper gigante), a corredor del Rally Dakar. Incluso, en 2006 ganó la competencia con un Mitsubishi Pajero. El europeo no terminó bien su relación con los deportes mecánicos: en 2009, sufrió una grave caída en una prueba de motos en su país; se fracturó varias vértebras y por ello anunció su retido definitivo.

Quien un día se animó a experimentar la velocidad, aunque como acompañante, fue Juan Román Riquelme, el estratega de Boca. Tuvo una experiencia en 2010 sentado en la butaca derecha de un Honda New Civic de TC2000 manejado por Leonel Pernía.

Antes de eso, en 2008, Diego Maradona también vivió un "momento mágico". A su izquierda, el francés Sébastien Loeb; por delante, un camino de las sierras cordobesas. Luego de bajarse del Citroën del Rally Mundial, "El Diez" dijo: "él lo hace todo con mucha simpleza, no duda nunca".